Hoy dedico esta entrada a mi ratona, mi querida prima carmencita, sufridora de un intestino permeable como su prima. Y es que la sangre es la sangre!! así que se ve que a las dos nos ha tocado el gen de la tita carmelita o vaya usted a saber.
Desde hace años dicen que nos parecemos mucho y en una fiesta de disfraces hasta nos confundían al ir iguales aunque yo sea mucho más viejuna que ella.
Y sí carmelita, te la dedico porque:
- Ayer estuvimos de boda y pensé en nuestra última conversación
- Porque quiero que te sirva de reflexión aunque ya te lo digo muchas veces
Y para ello te cuento una reflexión que pensé ayer mientras estaba disfrutando en la boda.
Restricciones y restricciones
Al llegar a la recepción de la boda había alcohol y limonada. Al no poder beber alcohol, probé la limonada que era muy curiosa.
En el cocktail, platos y platos de jamón serrano giraban a mi alrededor y claro… yo siendo amante del jamón y estando embarazada, pues solo pude olerlo (que ya es algo). Y me chinchaban amigos pasando platos por delante o haciendo que lo aguantase (sí, muy graciosos).
Entonces deliciosos canapés empezaron a desfilar a nuestro alrededor y claro, entre la intolerancia a la lactosa, el embarazo y mi colon irritable, pues tenía que pensar bien y preguntar como una pesada qué era cada cosa.
Y ahí fue cuando pensé en ti carmelita. Pensé en cómo me decías que ahora que llevabas tiempo sintiéndote mal por tu colon irritable o los problemas que padeces, que te cuesta mucho aceptar que no podrás comer ciertas cosas «en tu vida», y que por ello sigues sufriendo una y otra vez crisis de colon.
Listen carefully
Y aquí es donde viene mi intento de enseñanza, consejo o como quieras llamar, y que a mí misma me cuesta seguir muchas veces. Pero será que por eso de ser más viejuna que tú, cada vez voy mejorando más.
Y es lo siguiente:
- Quizás hay muchas cosas que no debamos tomar, y no es ideal pero… ¿y todas las que podemos? Hace décadas no había ni parecido la cantidad de opciones culinarias con que contamos hoy. Y nadie sufría ni las echaba de menos porque ni se las imaginaban. A día de hoy si vas al Carrefour mismamente, podrías llenar carros y carros de cosas que sí puedes comer a pesar de tener un colon irritable.
- Nuestro intestino es escandaloso y muy sensible, pero quién sabe… quizás su naturaleza nos sirve de alerta antes enfermedades más graves que se originen a raíz de una mala alimentación y estrés acumulado. Quizás esta alarma nos frene de padecer otras cosas, o quizás no pero vamos a pensar que sí 😉
- Aunque haya cosas que no debamos tomar en la calle, podemos hacerlas en casa con ingredientes mucho mejores y alternativas y disfrutarlas más sabiendo que nos sentarán bien.
Y por último decir que como siempre, todo está en la mente, y por tanto cambiando nuestros pensamientos y dejando de victimizarnos, experimentaremos la vida y nuestras vulnerabilidades de un modo más sano.
Ayer puede que no tomase jamón, ni alcohol ni ciertos platos… pero aún así comí de lujo, reí, bailé y disfruté hasta el fin sin mirar la hora ni un segundo.
Te quiero ratona