alimentos prohibidos sibo representado por militar en pose de prohibición

¡Hola corajud@! Hoy nos toca hablar de un tema que más de uno sufre en silencio, o bueno… en la intimidad del baño: el SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado). Si has sido diagnosticad@ con esta encantadora condición, ya te habrán soltado la gran noticia de que hay alimentos prohibidos que debes evitar si no quieres parecer un globo aerostático después de comer.

Y claro, como todo en la vida, cuando te dicen «no puedes comer esto», automáticamente es lo que más te apetece. Pero dónt worry, que aquí te dejo una lista clara y al grano de los alimentos que debes evitar con SIBO.

Spoiler: te va a cambiar la vida, y no siempre para mal.

Alimentos prohibidos en la dieta para SIBO

El SIBO no es cualquier cosa. Lo que comemos puede ser el enemigo número uno cuando las bacterias deciden hacer una fiesta en nuestro intestino delgado. Entonces, sin más preámbulos, vamos a lo que te interesa: los alimentos prohibidos. ¡Ten a mano el boli y el papel!

1. Azúcares y edulcorantes artificiales

  • Azúcar refinado
  • Jarabe de maíz
  • Sorbitol, manitol y xilitol (esos edulcorantes que prometen «cero calorías», pero te dejan como un balón de fútbol)

No solo los edulcorantes artificiales hacen que las bacterias del SIBO se monten una fiesta, sino que el azúcar es como el Red Bull para ellas. Así que fuera dulces, refrescos y todo lo que lleve estos ingredientes si no quieres convertir tu intestino en una pista de baile.

Y probablemente no sea esto una sorpresa, pues el azúcar y refinados no son buenos amigos de nadie en lo que a la salud se refiere.

Hay otras condiciones como la «candidiasis intestinal» que también se nutren de éstas, así que mejor alejarlas un buen tiempo de tu vista.

2. Legumbres y granos

  • Garbanzos, lentejas, alubias, frijoles
  • Trigo, cebada, centeno

Las legumbres son sanísimas… para quienes no tienen SIBO. Pero para ti, querido corajud@, son tu peor enemigo.

Lo mismo pasa con los granos que contienen gluten. La fermentación que producen es ideal para esas bacterias que queremos erradicar.

3. Lácteos

En general, los productos lácteos pueden ser una bomba. Los que contienen lactosa, en especial, pueden hacer que las bacterias malas crezcan más rápido que un adolescente en verano.

Si te gustan los lácteos, prueba alternativas sin lactosa, pero ojo, que aún así pueden dar problemas.

4. Vegetales crucíferos

  • Brócoli, coles de Bruselas, coliflor

Qué pena, ¿no? Justo cuando habías aprendido a amar el brócoli… Pero estos vegetales son de los más difíciles de digerir y pueden provocar más gases que una fiesta de globos. Si tienes SIBO, mejor diles adiós.

5. Frutas con alto contenido en fructosa

  • Manzanas, peras, mango, cerezas

Sabemos que la fruta es saludable, pero no todas las frutas son amigas de tu intestino. Las frutas con alto contenido en fructosa pueden desencadenar síntomas de SIBO, como hinchazón y gases. Opta por frutas bajas en fructosa como los arándanos o las fresas.

6. Alimentos fermentados

  • Chucrut, kimchi, kombucha

Los alimentos fermentados son buenísimos para la salud digestiva… excepto cuando tienes SIBO. Aunque son ricos en probióticos, pueden sobrealimentar a esas bacterias malvadas que están colonizando tu intestino delgado. A veces, menos es más.

7. Cebolla, ajo y otros FODMAPs altos

  • Cebolla, ajo, puerros

Lamentablemente, estos aromáticos son una bomba para el SIBO. Son altos en FODMAPs (carbohidratos fermentables que las bacterias malas adoran). Si quieres evitar síntomas como gases y distensión, trata de eliminarlos o sustitúyelos por alternativas bajas en FODMAPs.

8. Alcohol

  • Vino, cerveza, licores

Si pensabas que al menos te quedaba el consuelo del vinito, lamento ser yo quien te lo diga. El alcohol también contribuye a los síntomas de SIBO, ya que puede alterar aún más tu ya frágil flora intestinal. Así que mejor pásate al agua con limón.

¿Qué pasa si no sigues la dieta?

Es cierto que tener que evitar estos alimentos puede sonar duro, pero la recompensa de controlar los síntomas vale la pena. Si no sabes bien cómo armar tu menú, te dejo un artículo con una dieta para SIBO y un menú recomendado. Y si aún no sabes si tienes SIBO, mejor échale un vistazo a cómo se detecta y trata esta condición. Es vital hacer las cosas bien para evitar confundirlo con otras condiciones como el colon irritable.

La diferencia entre SIBO y otras afecciones

Sabemos que el SIBO no es un diagnóstico que viene solo.

Muchas veces se confunde con otras cosas, como la candidiasis intestinal, el colon irritable (que ya sabemos que también te complica la existencia) o la gastritis. Si estás interesad@ en saber más, te recomiendo leer este artículo sobre la diferencia entre SIBO y colon irritable.

Es más, SIBO y ansiedad están súper relacionados, porque cuando el intestino sufre, la mente también. Esto te lo explico mejor en otro artículo por si quieres profundizar: SIBO y ansiedad. En fin, lo importante es no perder la calma y recordar que hay formas de gestionar esto con una buena dieta y el tratamiento adecuado.


Conclusión

Al final, querido corajud@, tener SIBO no es el fin del mundo (aunque lo parezca en los días malos). Lo importante es aprender a diferenciarlo de otras afecciones y seguir las pautas de una dieta adecuada. El SIBO tiene solución, pero requiere paciencia, un enfoque integral y evitar los alimentos que hemos mencionado. Recuerda que siempre es mejor contar con un diagnóstico adecuado para evitar confundirlo con otras condiciones intestinales. ¡Y no olvides que tras la tormenta siempre sale el sol!

¡Ánimo y a seguir luchando, que esto también pasará! 🌈


Si quieres seguir leyendo recursos sobre el colon irritable, SIBO y la importancia de una dieta antiinflamatoria, te dejo unos enlaces abajo:

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