Dije que escribiría con frecuencia así que si quiero hacerlo tendrá que ser así, breve y de modo espontáneo.

En los artículos anteriores me adentré en el significado y tratamiento del trastorno disfórico premenstrual. Hoy mi gran amiga Sara me ha regalado una cajita donde pone “Alicia”, que decidí sería mi alter ego, la persona en que me convierto cuando sufro el TDPM. La cajita contiene frases de ánimo para esos días tan duros… porque me conoce demasiado y sabe que los he tenido, los tengo y los tendré. Te quiero amiga (L).

Nunca me atreví a tener tatuajes, en parte porque no sabía qué elegir… nada era lo suficientemente importante para tatuármelo, o creí que me acabaría cansando. Después de un año de tormento mental y tras finalmente dar con un diagnóstico, decidí tatuármelo para que no lo olvidase.

Es curioso cómo un trastorno mental puede confundir tanto a una persona. Tanto confunde que aunque en los días de lucidez, cuando me encuentro bien, sepa que está ahí, cuando llega me pilla por sorpresa.

Durante años experimenté los cambios que el trastorno disfórico premenstrual causaban en mi vida y sin embargo no llegaba a aceptarlo. Siempre buscando motivos, orígenes diversos de las sensaciones que sentía en mi cuerpo, pero sin entender que provenían de una enfermedad crónica o trastorno.

A día de hoy, y tras muchas sesiones de terapia, visitas a distintos psiquiatras, ginecólogos y demás especialistas de la salud… aún me cuesta entender que lo que siento lo causa un desajuste de mi cuerpo. Durante los días en que se intensifican estos síntomas, mi cerebro colapsa. TOCs de todo tipo se disparan en mi cabeza y sensaciones ansiosas y depresivas se maximizan. Ahora al menos sé lo que es, y pongo de mi parte todo lo que puedo para aminorar el resultado, pero no quita que me transforme en otra persona.

Paso de ser una persona fuerte, con las ideas claras, ganas de vivir, reir, cantar, crear… a convertirme en un ser frágil, asustadizo y que duda de todo lo posible… relaciones, trabajo, amistades y lo que es peor, de si seré capaz de seguir adelante con esta condición.

ANOTHER MONTH

El subconsciente es verdaderamente revelador cuando le das rienda suelta. En mi caso lo hago con gran fuerza gracias a la música y en contadas ocasiones con la pintura.

Al principio de mi hecatombe emocional, escribí una canción para mi grupo que titulé “Another month“. La canción expresa nítidamente cómo este trastorno domina mi vida cada mes. Y curiosamente un año más tarde, cuando acepté que lo padecía, volví a analizarla y entendí que yo ya lo sabía, pero no era capaz de verlo.

Una de las estrofas dice así:

“An injection straight into my blood, feel levitating, like Im drugged. Decisions I made a couple days back, suddenly vanished… in the dark. I vaguely remember that sign which said don’t trust you, in this mud”

“Una inyección directa en mi sangre, me siento levitando, como si estuviera drogada. Las decisiones que tomé días atrás, de repente se desvanecieron… en la oscuridad. Recuerdo vagamente ese letrero que decía no confíes en ti, en estas tierras”

La canción es una conversación conmigo misma, pasando por las dos fases y es verdaderamente reveladora.

Hoy escribo estas líneas para recordarme una y otra vez más que igual que ahora estoy bien, otros días no lo estaré, y esos días tengo que aferrarme a la idea de que volveré, de que no durará para siempre, y de que hay luz al otro lado.

Alicia, te espero… pero no te quedes mucho anda ;).

Actualización del 11/03/2024

En Enero decidí dejar mi trabajo. Trabajaba en Finanzas y desde hacía años a causa de un episodio de acoso que sufrí, al estrés que de por si causaba el trabajo, el trauma que llevaba lo hacía casi inaguantable. Una vez dejé el trabajo, reduje los niveles de estrés en mi vida y empecé a respetarme de verdad, el trastorno casi ha desaparecido.

No digo que no lo tenga, pues estoy bastante segura de que mi cuerpo funciona diferente en las semanas anteriores al periodo, pero he descubierto que cambiando mi estilo de vida, haciendo lo que quiero y siguiendo mis principios, éste casi no me molesta. Además gracias a estos cambios pude dejar la medicación, y con ello los efectos secundarios que en mi caso eran casi peor que lo bueno que me aportaba. Por eso desde aquí hago un llamamiento a todas esas personas que han aceptado una etiqueta de trastorno, para que realmente examinen si aquello que les produce y nutre el trastorno puede ser eliminado de su vida, y ver así qué sucede con su sintomatología.


El test del trastorno disfórico premenstrual

Hace poco he creado un test para identificar patrones del trastorno disfórico premenstrual y he decidido añadirlo a todas las entradas donde hablo de él. Puedes hacerlo aquí abajo o visitar la página del test.

trastorno disforico premenstrual test rápido

Haz el test: Trastorno disfórico premenstrual test


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *