La ansiedad es una experiencia común que puede manifestarse de diversas formas en nuestro cuerpo y mente. Una de las áreas en las que puede tener un impacto significativo es en nuestra visión. En este artículo, exploraremos las alteraciones en la visión por ansiedad, desde los tipos más comunes, los mecanismos científicos detrás de ellos, junto con otros posibles factores médicos involucrados y cómo tratar la ansiedad para reducir sus efectos en nuestra vista.
Tipos de alteraciones en la visión por ansiedad
La ansiedad puede desencadenar una variedad de síntomas visuales incómodos y preocupantes. Entre ellos se incluyen:
- Visión borrosa
- Sensación de visión en túnel
- Percepción alterada de colores
- Fotofobia (sensibilidad a la luz)
- Visión nublada o distorsionada, entre otros.
Estas alteraciones pueden variar en intensidad y duración, pero todas pueden generar ansiedad adicional y afectar nuestra calidad de vida.
Por qué suceden las alteraciones en la visión
A nivel científico, las alteraciones en la visión causadas por la ansiedad pueden atribuirse a la activación del sistema nervioso simpático, que es responsable de la respuesta de “lucha o huida” del cuerpo. Las alteraciones en la visión por ansiedad están estrechamente relacionadas con la forma en que nuestro cuerpo responde al estrés.
Cuando nos encontramos en situaciones estresantes, nuestro sistema nervioso autónomo se activa, lo que puede provocar una serie de cambios fisiológicos, incluidos aquellos que afectan a nuestros ojos. La liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina puede influir en la presión ocular, la dilatación de las pupilas y la capacidad de enfoque, lo que resulta en síntomas visuales molestos.
Presión intraocular
En primer lugar, estas hormonas pueden influir en la presión ocular, lo que puede conducir a un aumento de la presión intraocular. Esto puede ser especialmente relevante para personas con predisposición a condiciones como el glaucoma, donde un aumento de la presión ocular puede tener consecuencias graves para la salud visual. El aumento de la presión ocular puede contribuir a la sensación de malestar ocular, visión borrosa y otros síntomas visuales asociados con la ansiedad.
Dilatación de las pupilas
Además, el cortisol y la adrenalina pueden provocar la dilatación de las pupilas. Esta respuesta fisiológica es parte de la preparación del cuerpo para reaccionar rápidamente ante una situación estresante, permitiendo que entre más luz en el ojo para mejorar la percepción visual. Sin embargo, esta dilatación prolongada puede causar sensibilidad a la luz excesiva, dificultando la visión en entornos brillantes y contribuyendo a la sensación de malestar visual.
Durante episodios de gran ansiedad, pude observar que mis pupilas estaban constantemente dilatadas. Y más tarde cuando empecé a tomar antidepresivos, esta dilatación no desaparecía, haciendo que incluso habiendo reducido los niveles de ansiedad en gran medida, no viese bien.
Fue a raiz de eliminar los focos de ansiedad principales y de dejar la medicación, que he empezado a ver como antes.
Capacidad de enfoque
Por último, estas hormonas pueden afectar la capacidad de enfoque de los ojos, lo que puede dar lugar a una visión borrosa o una sensación de que las imágenes no están completamente nítidas. Este fenómeno puede ser especialmente notable en situaciones de alta ansiedad, donde la atención y la concentración pueden estar comprometidas. La dificultad para enfocar adecuadamente puede afectar la capacidad para realizar tareas visuales cotidianas, como leer, conducir o trabajar delante del ordenador, lo que puede aumentar la sensación de frustración y ansiedad.
Otros motivos médicos que pueden causar estas alteraciones
Si bien la ansiedad es una causa común de alteraciones en la visión, existen otros factores médicos que también pueden contribuir a estos síntomas. Entre ellos se incluyen condiciones como:
- Migrañas
- Hipertensión arterial
- Trastornos de la tiroides
- Problemas oculares preexistentes
Por lo tanto, es importante realizar una evaluación médica completa para descartar otras posibles causas y recibir un tratamiento adecuado.
Tratamientos para reducir la ansiedad
El tratamiento de las alteraciones en la visión por ansiedad implica abordar tanto los síntomas visuales como la ansiedad subyacente.
Las opciones de tratamiento pueden incluir terapia cognitivo-conductual, técnicas de relajación como la respiración profunda y la meditación, ejercicio regular y, en algunos casos, b recetada por un profesional de la salud mental.
Además, adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso puede ayudar a reducir los niveles generales de ansiedad.
Reflexiones finales
Las alteraciones en la visión por ansiedad pueden ser una experiencia desconcertante y preocupante. Sin embargo, entender por qué ocurren y cómo tratar tanto la ansiedad como los síntomas visuales puede ayudar a aliviar el malestar y mejorar nuestra calidad de vida. Si experimentas alteraciones en la visión u otros síntomas visuales inusuales, no dudes en buscar ayuda médica para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
En mi caso personal, a todo lo anterior añadiría la importancia de analizar aquellas situaciones, relaciones y circunstancias que contribuyen principalmente al estado ansioso, y tomar “cartas en el asunto” si es posible. En muchos casos la medicación es lo primero que se receta antes de analizar lo anterior en profundidad, añadiendo un parche a la herida sin realmente curar su raiz.