Ashwagandha beneficios representado por una planta de Ashwagandha en la naturaleza

Hola bonita, hoy vengo a hablarte de una planta con nombre de hechizo de Hogwarts pero con efectos bien terrenales: la ashwagandha.

Sí, esa que suena a que te va a alinear los chakras mientras te abraza por dentro… y un poco lo hace. Esta raíz milenaria ha escalado posiciones en el ranking de suplementos más buscados por nosotras, las que lidiamos con el Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), desequilibrios hormonales, estrés, y picos de ansiedad que parecen una montaña rusa sin cinturón.

Así que si estás a un par de ciclos menstruales de lanzar tu útero por la ventana, este artículo es para ti.

🌿 ¿Qué es la ashwagandha y por qué se ha puesto tan de moda?

La ashwagandha (nombre científico Withania somnifera) es una planta adaptógena usada desde hace más de 3.000 años en la medicina ayurvédica.

Adaptógena significa que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés.

La razón de su boom reciente en Occidente no es solo porque influencers con botecitos de pastillas nos la vendan entre un matcha latte y un haul de leggings.

Es porque la ciencia la está respaldando. Spoiler: no es un placebo envuelto en marketing.

😵‍💫 Pero antes… ¿qué es el TDPM?

El Trastorno Disfórico Premenstrual es como el hermano satánico del síndrome premenstrual (SPM). Se estima que entre un 3% y un 8% de las mujeres en edad fértil lo padecen. No es «estar sensible», no es «me va a venir», no es «te pones histérica antes del periodo». Es un desequilibrio hormonal y neuroquímico real que puede causar:

  • Cambios de humor intensos
  • Ansiedad que no se va ni con meditación guiada con ballenas
  • Fatiga brutal
  • Llanto espontáneo
  • Insomnio
  • E incluso pensamientos muy oscuros

Y si te suena, no estás loca, estás lidiando con un sistema hormonal desregulado que necesita atención… y quizás, un poquito de ashwagandha. En este blog hablo largo y tendido sobre esta condición que yo misma padezco, así que si te interesa, puedes indagar muchos recursos sobre el mismo.

✨ Ashwagandha beneficios: ¿Qué puede hacer la ashwagandha por nuestras hormonas?

Aquí viene la magia (con base científica):

  1. Regula el cortisol, la hormona del estrés.
    → Cuando tu cortisol está por las nubes, tus otras hormonas (como la progesterona y los estrógenos) hacen lo que pueden… pero no pueden mucho. La ashwagandha ayuda a bajarlo, equilibrando la sinfonía hormonal.
  2. Mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad
    → En un estudio publicado en Indian Journal of Psychological Medicine (2012), se vio que personas con estrés crónico que tomaban ashwagandha reducían sus niveles de cortisol en un 28% en solo 60 días. ¡Y eso sin dejar de tener jefes y trabajos mal pagados!
  3. Apoya la función tiroidea
    → Muchas mujeres con TDPM tienen problemas de tiroides no diagnosticados. Un pequeño estudio en Journal of Alternative and Complementary Medicine mostró que la ashwagandha mejora los niveles de TSH y T4 en personas con hipotiroidismo subclínico.
  4. Ayuda con el insomnio y la fatiga
    → Su nombre científico incluye «somnifera» por algo: tiene un efecto suave pero real en la mejora del sueño. Y si dormimos bien, nuestro sistema hormonal lo celebra como si fuera Año Nuevo.

📊 Un poco de ciencia y estadísticas

  • Un metaanálisis de 2021 publicado en Nutrients analizó 12 ensayos clínicos y concluyó que la ashwagandha tiene efectos estadísticamente significativos en la reducción de ansiedad, estrés y mejora del sueño.
  • En mujeres con desequilibrios hormonales leves a moderados, se reportaron mejoras subjetivas en el estado de ánimo, regularidad del ciclo y menos síntomas premenstruales.
  • No se han encontrado efectos adversos graves en dosis de hasta 600 mg/día en estudios clínicos, pero —obvio— habla con tu médic@ de confianza antes de añadir cualquier suplemento a tu rutina.

💊 Cómo se toma

Normalmente se comercializa en cápsulas o polvo. Las dosis más comunes oscilan entre 300 y 600 mg diarios, preferiblemente en extracto estandarizado (con al menos un 5% de withanólidos, que son sus compuestos activos).

Un truco que sirve: tomarla por la noche, porque me ayudaba con el insomnio y no altera el sistema nervioso.

Pero si la necesitas para rendir durante el día, también puedes dividir la dosis (mañana y noche).

💬 En resumen: ¿vale la pena?

Si estás buscando algo que no solo apague fuegos hormonales, sino que también te dé un poquito de paz mental, la ashwagandha puede ser una gran aliada.

No hace milagros (ningún suplemento lo hace), pero en combinación con hábitos antiinflamatorios, una dieta rica en vegetales, ejercicio gentil y un poco de autocompasión… se siente.

🌈 Final feliz:

No estás sola, no eres exagerada y no necesitas aguantar. Si el TDPM te está pasando factura o sientes que tus hormonas hacen coreografías de TikTok dentro de ti, hay formas de recuperar el equilibrio. La ashwagandha puede ser una pieza del puzzle. Una raíz ancestral para una mujer moderna.

Sigue investigando, probando, escuchándote… y nunca subestimes el poder de un buen suplemento, una buena terapia y una buena siesta.

Con amor y cortisol en descenso,
Irene Alicia

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