Llevo ya varios meses enganchada al pádel. Es un deporte súper entretenido, de mucha estrategia y que por su factor social, llega a embaucarte rápidamente.

«Cualquiera» puede jugar a él, y es que con poca motricidad que se tenga y habilidad para darle a la bola, algo se puede hacer.

Ahora eso sí, cualquiera no puede jugar bien, y desde luego se necesitan horas de entrenamiento y de comprensión para poder jugar a cierto nivel.

He llegado a ver en persona gente que sin haber jugado antes, se les daba de maravilla, pero no por casualidad, sino porque habían jugado profesionalmente al tenis o en general se les daba muy bien los deportes.

Pero en general, se necesitan meses o años según la dedicación o habilidad, para poder llegar a dominar la pista. Además, al ser un juego de parejas, depende mucho de la persona que tengas al lado y de cómo os adaptéis y apoyéis. Y por supuesto todo lo anterior de poco sirve si no se controla la cabeza.

No se trata en este deporte de ser el más fuerte, sino más estratega y conociendo cuándo aplicar la fuerza y contra quién. Y al depender de la pareja, no sólo hace falta controlar las emociones y motivación propias, sino también de la persona que está al lado.

Del pádel al trading:

Bueno muy bien pero ¿a dónde quieres llegar con todo esto del pádel?

Pues bien, he escogido el pádel porque es el deporte que me tiene enganchada últimamente pero podría haber escogido cualquier otro para hacer una reflexión sobre lo siguiente.

En pádel, a nadie se le ocurriría presentarse a un torneo de tercera, segunda o apuntarse al World Padel Tour sin controlar las paredes, la potencia, los efectos, y tener una mente y físico entrenado.

Sin embargo, cuando se trata de los mercados financieros, cualquiera que se adentra en ellos, lo hace contra el número 1 del mundo siempre. Cada vez que un usuario empieza a hacer trading, opera contra el operador más sabio de todos y que siempre gana: contra el mercado.

Siguiendo con el paralelismo de pádel y trading, la pareja de pádel podría ser como el mercado elegido (criptomonedas, forex, materias primas, acciones)… en el que según la opción elegida, deberán de hacerse ajustes. Aunque el método sea el mismo, habrá de conocerse a fondo para sacarle el mayor rendimiento.

El mayor ganador de la historia

¿Y qué es operar contra el mercado? Es operar contra todos aquellos fondos de inversiones que llevan acumuladas décadas de conocimiento, de experimentos, de estrategias ganadoras. Es operar contra la psicología de masas, contra los cambios cíclicos que a tantos se llevan a su paso… y aún así, entramos sin tener ni puñetera idea.

Todo el mundo no es igual ni mucho menos pero en un porcentaje altísimo, se cumple. Y es que aún dominando una estrategia robusta, dedicándole más tiempo del que la mayoría esté dispuest@ a emplear, y manteniendo una mente y «corazón» frio… se puede perder. Pero si tan siquiera se tiene lo anterior, ¿cómo se espera tener buenos resultados?

Y mira que los brókers tienen por ley en sus anuncios incluir el descargo de responsabilidad, donde se destaca que entre el 70-80% de los usuarios pierde. Y este cálculo es trimestral, pero si se hiciese desde que un usuario abre una cuenta hasta que la cierra, sería bastante mayor.

La Pandemia, la libertad financiera y una casa en Tulum.

A día de hoy, la industria del trading, y concretamente de brókers es una de las más prolíferas. La volatilidad constante de los mercados y la gran accesibilidad a éstos, ha hecho que el crecimiento de usuarios abriéndose cuentas de trading haya crecido sobremanera.

Además este crecimiento se aceleró durante el comienzo de la pandemia, pues muchas personas perdieron sus trabajos o se vieron con tiempo extra que no sabían cómo rellenar.

Vivimos en un mundo capitalista nos guste o no, y por tanto somos constantemente bombardeados con la idea de tener más y a ser posible de conseguir un sueldo extra. No basta con tener un sueldo decente si es que se puede llegar a él (pues… parece ser esto un reto total en España), sino que si llegas, tienes que seguir buscando.

Y ahí es donde entra el trading y las inversiones. Durante la pandemia se explotó esta idea de tener un ingreso extra, en parte porque el bombardeo a través de internet aumentó (a mayor número de horas frente a la pantalla, mayor exposición). No era raro ver el ejemplo de un Youtuber que te hablaba en un anuncio de cómo conseguir la libertad financiera mientras aparcaba su Ferrari, Tesla, Mustang en la puerta de su castillo en Tulum.

Aprovecho aquí para colar una imagen de Tulum cuando estuve antes de la pandemia. Era el mismo día, solo que la segunda tomada dos horas después… Que no te la cuelen. También hay nubes, viento y algas en «el paraíso».

Entonces muchísimos usuarios se abrieron cuentas, leyeron algunos artículos, siguieron canales y quizás hicieron un curso rápido en el mejor de los casos, y empezaron a operar.

Crece rápido y no pongas el freno

Si a este mix le añadimos el crecimiento de las criptomonedas y una burbuja tecnológica importante, tenemos un caldo de cultivo ideal para que grandes inversores se beneficiasen de pececillos (nosotros).

Y sí, yo soy uno de ellos y eso que aún teniendo mayor conocimiento que la mayoría por trabajar en este mundillo, ni de lejos estaba preparada para enfrentarme al mercado.

En mi caso solo invertí, gané un dinero, que ahora desciende a pasos agigantados, pero que no me supone nada pues solo metí aquello que no me importaba. Además al estar invirtiendo a largo plazo, pues en cierto modo hasta que no lo saque «no lo he perdido». Pero la cantidad de personas que han visto sus ahorros llegar a cero y aumentar su ansiedad por días, es preocupante.

A todos aquellos crypto believers les doy mi más profundo pésame si han sufrido la caída, pero en cierto modo espero que supiesen dónde se metían y que no hayan esperado a que llegue a mínimos para cerrar posiciones. Esto ya ha pasado antes y muy probablemente vuelva a recuperarse (pero bueno esto es mi opinión humilde).

Educación, práctica, educación, práctica y así una y mil veces.

Gracias a este canal di con Uxío Fraga, Ismael Albalá o Jorge Luces y a día de hoy estoy cursando un Master de trading en su escuela.

Hasta ahora había consumido cientos de artículos, vídeos y libros pero no ha sido hasta que he empezado a estudiar un método y comprender los movimientos del mercado, que entiendo lo lejos que estaba de operar de verdad.

Me quedan muuuuuchas horas por delante de teoría y práctica pero sé que solo así, o dándome demasiados golpes por mi cuenta, conseguiré hacer algo significativo.

Igual que estoy dando clases de pádel para seguir mejorando cada día, seguiré estudiando y mejorando una estrategia.

Quizás no es tu caso y te parece una pérdida de tiempo tanto dar clases de pádel como meterte en un curso de trading… y por supuesto una opción no tiene que ser mejor que otra, pero «no compitas sin controlar las paredes» porque te darán pelotazos hasta sacarte fuera.


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