¡Hola corajud@! Hoy te traigo un tema muy interesante que afecta a muchas personas más de las que crees, aunque no siempre se identifica bien: la relación entre el síndrome PAS o ser una Persona Altamente Sensible (PAS), y el Síndrome del Intestino Irritable (SII).
¿Qué es el Síndrome PAS?
Ser una Persona Altamente Sensible (PAS) es un rasgo de personalidad descrito por la psicóloga Elaine Aron.
Estas personas tienen un sistema nervioso que reacciona de manera más intensa ante estímulos externos e internos.
Las PAS perciben con mayor profundidad lo que sucede a su alrededor y dentro de ellas:
- Olores
- Luces
- Sonidos
- Emociones
- Hasta señales internas del cuerpo.
Esto les permite (o nos permite, pues me meto en el saco) ser empáticas y reflexivas, pero a la vez puede provocar sobrecarga sensorial y emocional.
Origen del Síndrome PAS
Realmente ser PAS no es un síndrome, sino un término que fue acuñado por la psicóloga estadounidense Elaine Aron en la década de 1990.
Tras varios años de investigación, Aron identificó que aproximadamente un 15-20% de la población presenta una alta sensibilidad sensorial y emocional. A este rasgo de la personalidad lo denominó «Sensibilidad de Procesamiento Sensorial», que describe cómo algunas personas procesan de manera más profunda los estímulos del entorno, tanto físicos como emocionales.
Aron no solo introdujo el concepto, sino que también desarrolló un test para identificar a las PAS. Este cuestionario, conocido como el Highly Sensitive Person Scale (HSP), evalúa la intensidad con la que las personas perciben y reaccionan ante el mundo.
Sus investigaciones encontraron que las PAS suelen ser más conscientes de detalles sutiles, se ven más afectadas por el ruido, la luz intensa o el estrés, y tienden a procesar las experiencias de manera más reflexiva.
Este rasgo no se considera un trastorno, sino una variación normal de la personalidad.
La alta sensibilidad tiene tanto ventajas como desafíos: si bien permite una gran empatía y una percepción más profunda del mundo, también hace que las PAS sean más vulnerables al estrés, la sobrecarga sensorial y la fatiga emocional.
La importancia del concepto radica en que ha dado visibilidad a un grupo de personas que antes podían sentirse "demasiado sensibles" o malinterpretadas. El trabajo de Aron ha permitido que muchos entiendan su forma de ser y, lo más importante, aprendan a gestionar su sensibilidad de manera positiva.
Así que, si te identificas con esto, ya sabes: no estás solo/a, y ser PAS puede ser una auténtica superpotencia, siempre que aprendas a equilibrarla con el cuidado necesario.
La relación con el Colon Irritable
Si ya sabes que eres hipersensible, puede que también tengas síntomas de colon irritable o, como mínimo, algún problema digestivo.
Esta conexión es muy común, ya que las personas con alta sensibilidad también tienden a ser más vulnerables al estrés, y como bien sabrás, el estrés y el intestino no son amigos 😪.
El colon irritable se caracteriza por dolor abdominal, distensión, gases y cambios en el tránsito intestinal (diarrea o estreñimiento). La interacción entre el cerebro y el intestino se desajusta cuando vivimos bajo mucho estrés, y en las PAS, esto desgraciadamente se multiplica.
El estrés crónico es el gran villano en esta relación. Tanto el SII como la alta sensibilidad están relacionados con una respuesta exagerada del sistema nervioso.
El eje cerebro-intestino, esa autopista de doble sentido entre tu mente y tus tripas, se ve afectado, lo que provoca un aumento en la sensibilidad intestinal y emocional.
Síntomas de que podrías ser PAS y tener SII
De nuevo, quiero recalcar que padecer del síndrome PAS no implica tener colon irritable ni viceversa, pero suelen ir de la mano. Te presento algunos síntomas:
- Sensibilidad sensorial: luces fuertes, ruidos, texturas incómodas… todo esto puede afectarte más de lo que afecta a otras personas.
- Reactividad emocional: vives las emociones con más intensidad, tanto las buenas como las malas. Y claro, las malas pueden desencadenar o empeorar síntomas de colon irritable.
- Respuesta exagerada al estrés: el estrés, sea emocional, físico o nutricional, puede hacer que tu intestino también se vuelva más sensible, provocando hinchazón, dolor o alteraciones intestinales.
¿Te suena familiar?
La psicóloga que descubrió que padecía esto relataba cómo, además de lidiar con la hiperreactividad emocional, debía vigilar su alimentación constantemente. Los alimentos procesados y algunos aditivos químicos le causaban estragos, mientras que técnicas de relajación y meditación, o seguir una dieta antiinflamatoria, la ayudaron a reducir sus síntomas tanto emocionales como digestivos.
¿Qué hacer?
Primero, empieza por reconocer tu sensibilidad, esto es lo primordial.
Identificar que eres PAS puede darte herramientas para gestionar mejor tanto las emociones como los síntomas físicos.
Técnicas de reducción del estrés como la meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ser de gran ayuda. Y a nivel de alimentación, evitar alimentos que desencadenen síntomas como los prohibidos o los ricos en FODMAP puede ser un buen punto de partida.
Recuerda, esto no es una condena, sino una invitación a conocerte mejor. La clave está en adaptar tu estilo de vida a lo que tu cuerpo y mente necesitan.
Y no olvides: siempre hay maneras de mejorar tu bienestar. Requiere esfuerzo, pero merece la pena enormamente.
Si quieres seguir leyendo recursos sobre el colon irritable y la importancia de una dieta antiinflamatoria, te dejo unos enlaces abajo:
- Menú semanal antiinflamatorio para el verano
- Dieta para el colon irritable
- Dieta Fodmap menú semanal
- 7 días de menú para el colon
- Alimentos para el colon irritable: los 10 mejores
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