10 efectos de la ansiedad en el cuerpo con imagen de mujer con dolor de cabeza

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante el estrés, diseñada para prepararnos frente a desafíos o peligros. Sin embargo, cuando se convierte en una presencia constante, puede tener un impacto profundo no solo en nuestra mente, sino también en nuestro cuerpo. A través de mi propio viaje con la ansiedad y la investigación científica, he aprendido sobre los variados efectos que puede tener en el cuerpo, los mecanismos subyacentes en el cerebro y las estrategias efectivas de manejo.

Este artículo explora los 10 efectos más comunes de la ansiedad en el cuerpo donde examino los que he padecido y padezco.

Antes de nada ¿qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, preocupaciones persistentes y cambios físicos como aumento de la presión arterial. Aunque puede ser una reacción normal al estrés, la ansiedad excesiva o prolongada se considera un trastorno que requiere atención.

10 efectos de la ansiedad en el cuerpo

  1. Aumento de la frecuencia cardíaca: Prepara al cuerpo para la acción, pero el estrés crónico puede llevar a problemas cardíacos a largo plazo.
  2. Hipertensión: La ansiedad crónica puede contribuir al desarrollo de la hipertensión, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas.
  3. Problemas digestivos: Desde indigestión hasta síndrome del intestino irritable, la ansiedad puede perturbar gravemente el sistema digestivo.
  4. Dolores musculares y tensión: La ansiedad puede causar tensión muscular crónica, llevando a dolor y molestias.
  5. Dificultades respiratorias: La ansiedad a menudo provoca una respiración rápida, que puede ser problemática para personas con condiciones respiratorias.
  6. Sistema inmunológico debilitado: El estrés prolongado puede debilitar las defensas del cuerpo, haciendo más susceptible a infecciones.
  7. Fatiga crónica: Incluso sin actividad física extenuante, la ansiedad puede dejar a las personas sintiéndose constantemente cansadas.
  8. Trastornos del sueño: La dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido es común en personas que sufren de ansiedad.
  9. Cambios en el apetito: La ansiedad puede llevar a comer en exceso o no comer suficiente, afectando el peso y la salud general.
  10. Problemas de memoria y concentración: La ansiedad puede interferir en la capacidad de enfocarse, recordar y procesar información.

De los 10 efectos de la ansiedad en el cuerpo que encuentras en el listado anterior, puedo decir que ¡¡he sufrido TODOS!!

Al sufrir en 2023 unas crisis de ansiedad muy gordas causadas por el mantenimiento de estrés prolongado a lo largo de tiempo, acabé sufriendo todos de un modo u otro. Hipertensión es el único que no puedo confirmar al 100% puesto que no lo miré, pero por mis sensaciones podría decir que sí. Y es que cuanto más se prolonga en el tiempo, el número de efectos de la ansiedad se van añadiendo a la lista.

De entre ellos, en mi caso diría que los problemas digestivos y trastornos del sueño son los que me causaron mayor dolor. El impacto que los problemas digestivos causaron en mi organismo acabaron haciendo que otros muchos se disparasen, y el insomnio diría que es el que catapultó las sensaciones.

Al padecer colon irritable y TDPM, la inflamación, que acaba dañando a nuestra microbiota, hizo que aunque intentase mejorar mi dieta con recetas antiinflamatorias, de poco sirviese. Lo que causaba mi ansiedad no podía irse con un mero cambio alimenticio y de ahí que primero tuviese que eliminar el estrés.

Mecanismos en el cerebro de la ansiedad

La ansiedad implica varios sistemas y mecanismos cerebrales, incluyendo el sistema límbico, que regula las emociones, y la corteza prefrontal, que maneja la respuesta a las preocupaciones. Las hormonas del estrés, como el cortisol, juegan un papel crucial en la respuesta del cuerpo a la ansiedad, preparando al individuo para “luchar o huir”.

Tratamientos disponibles con evidencia científica

El tratamiento de la ansiedad ha avanzado significativamente, ofreciendo múltiples enfoques basados en la evidencia. La combinación de intervenciones psicológicas, farmacológicas y cambios en el estilo de vida, incluyendo la dieta, se ha mostrado prometedora en la reducción de los síntomas de ansiedad. A continuación, exploramos estos tratamientos con un enfoque en la evidencia científica y cómo una dieta antiinflamatoria puede desempeñar un papel en el manejo de la ansiedad.

Terapias psicológicas

  1. Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Según Hofmann, Asnaani, Vonk, Sawyer, y Fang (2012), la TCC es efectiva para tratar diversos trastornos de ansiedad. Este enfoque ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y comportamientos que contribuyen a la ansiedad.
  2. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Un estudio de A-tjak, Davis, Morina, Powers, Smits, y Emmelkamp (2015) encontró que la ACT es efectiva en el tratamiento de la ansiedad, promoviendo la aceptación de pensamientos y sentimientos ansiosos mientras se mantiene comprometido con acciones basadas en valores personales.
  3. Terapia de Exposición: Según Foa, Kozak, (1986), la terapia de exposición, que implica la confrontación gradual y sistemática con situaciones temidas, ha demostrado ser efectiva en la reducción de la respuesta de miedo.

Intervenciones farmacológicas

  1. Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS): Baldwin, Anderson, Nutt, Allgulander, Bandelow, den Boer, Christmas, Davies, Fineberg, Lidbetter, Malizia, McCrone, Nabarro, O’Neill, Scott, van der Wee, y Wittchen (2014) demostraron la eficacia de los ISRS en el tratamiento a largo plazo de los trastornos de ansiedad. Estos medicamentos aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
  2. Benzodiazepinas: Aunque efectivas para el alivio a corto plazo de la ansiedad, su uso está limitado debido al riesgo de dependencia y efectos secundarios. Se recomienda precaución y supervisión médica (Bandelow, Zohar, Hollander, Kasper, Möller, Zohar, Hollander, Kasper, & Möller, 2008).

Dieta antiinflamatoria

Una dieta antiinflamatoria puede desempeñar un papel crucial en el manejo de la ansiedad. Según Kiecolt-Glaser, Derry, y Fagundes (2015), los alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega-3 pueden reducir la inflamación y, por ende, potencialmente disminuir los síntomas de ansiedad. La dieta Mediterránea, rica en frutas, verduras, nueces, pescado y aceite de oliva, ha sido asociada con menores niveles de inflamación y un riesgo reducido de trastornos del estado de ánimo.

Cambios en el estilo de vida y autoayuda

  1. Ejercicio físico: Regular el ejercicio ha mostrado tener efectos antidepresivos y ansiolíticos, atribuidos a la mejora de la regulación del estrés y a la disminución de la inflamación (Anderson y Shivakumar, 2013).
  2. Mindfulness y técnicas de relajación: La práctica regular de mindfulness puede ayudar a reducir la ansiedad al mejorar la atención y la conciencia del momento presente, disminuyendo la rumiación y la preocupación (Hoge, Bui, Marques, Metcalf, Morris, Robinaugh, Worthington, Pollack, y Simon, 2013).

La ansiedad no solo afecta la mente, sino que tiene múltiples efectos en el cuerpo, en este artículo hemos analizado los 10 efectos más importantes pero hay más tales como mareos, temblores o alteraciones de la vista. Comprender estos efectos es el primer paso para manejarlos eficazmente. A través de la combinación de tratamientos médicos y estrategias personales de afrontamiento, es posible mitigar estos impactos y mejorar la calidad de vida.

Te dejo aquí un testimonio que hice con Rafael Santandreu donde expliqué mi caso para aportar más información y compartir mi historia.

Referencias

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