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Hace 4 años tras acabar mis estudios en Criminología y haber experimentado lo que una vida como detective privado me podría haber concedido, escribí esta exacta frase en mi navegador: “no sé qué hacer con mi vida”.

Desde pequeña siempre fui una muy buena estudiante. Cada examen, cada trabajo importaba, y a pesar de ello nunca tuve claro hacia dónde quería ir ni tan siquiera qué me interesaba más.

Justo antes de decidirme por Criminología, en mi lista de ideas contemplaba “Física” “Ciencias Políticas” o “Psicología”… tal era la indecisión, que me decanté por la carrera que nadie conocía ni entendía de qué iba, pues yo sentía que al ser la primera promoción y tratarse de un tema interesante, sólo podía ir bien… error.

Durante 4 años estudiando la “mente criminal” y el “por qué somos como somos”, todos tratábamos de combatir una batalla interna entre si seguir o abandonar, pues a nivel profesional las salidas eran inexistentes. Estos 4 años nos hicieron convertirnos en expertos de la duda existencial, que junto con el estudio de enfermedades mentales y estando en contacto con la cárcel y centros psiquiátricos… no hacían un buen cocktail.

Años después, puedo decir que las carreras profesionales de muchos de los que estudiamos Criminología en la promoción de 2010 han sido de lo más variopintas. Yo me encuentro trabajando para la empresa más grande de trading de UK; mis adorados amigos Fernando y Sandrita acabaron terminando ingeniería química con matrícula o trabajando para Bayer… lo cual demuestra que nunca es tarde para cambiar el rumbo una y mil veces.

Mentes confusas, el comienzo puede encontrarse a un click si sabéis cómo buscarlo…

4 años después de buscar en mi gran amigo Google “no sé qué hacer con mi vida” me encuentro escribiendo este post en East Acton, Londres, donde me embarco en una nueva aventura.

Esta frase que menciono fue mi comienzo en la carrera profesional en la que me encuentro y quizás será el de muchas por venir. En aquel momento me encontraba confusa y decepcionada al sentir que no tenía nada tras años de estudio.

Tras la crisis económica de 2008, el desempleo en España crecía año tras año y los empleos que se creaban eran o bien para gente muy cualificada o dispuesta a trabajar mucho, en malas condiciones y por lo que sería un sueldo indigno en otros países.

Si a esto le añadía el contar con un título que de poco me servía y que las asociaciones en las que colaboraba tenían las puertas cerradas… mis opciones eran escasas o nulas.

No recuerdo cuándo ni exactamente por qué, pero un día delante de mi ordenador escribí la frase mágica “no sé qué hacer con mi vida”/”qué hacer con mi vida”… y en ese momento descubrí el magnífico blog de Ángel Alegre donde comencé a leer sobre cómo decidió darle un gran cambio a su vida y leí por primera vez sobre el SEO.

SEO: Search Engine Optimisation o el arte de posicionarte por “qué hacer con mi vida”

Tras comenzar a leer “vivir al máximo”, un mundo de oportunidades se abrió ante mi.

Por primera vez encontraba una posible salida, una pequeña luz al final del pasillo que me ilusionaba no sólo por la idea de encontrar un trabajo de ello, sino que también podía emprender por mi cuenta, sin la necesidad de invertir mucho.

En ese momento comencé a escribir en distintos blogs y a colaborar con personas que como yo, lo habían descubierto. Empecé a hacer cursillos de todo tipo: html, Python, diseño, contenido, analítica, desarrollo web, comercio electrónico… hasta atendí uno de los cursos que Google gratuitamente dio en mi ciudad.

Por primera vez en mi vida tenía una vaga idea de lo que quería hacer y de cómo conseguirlo, y a pesar de que iba a ciegas sin saber si llegaría a hacerlo o no, la ilusión me embarcó en la aventura.

Unos meses más tarde me puse en contacto con la persona que llevaba la web del detective privado con el que trabajaba, y tras un primer intento por su parte de embarcarme en una estafa piramidal (historia para otro día), me puso en contacto con Impresiona, empresa de marketing online de mi querido Carlos Pérez, donde gracias a él y a su equipo, mi deseo de embarcarme en este mundillo se fue haciendo poco a poco realidad.

Qué hacer cuando no sabes qué hacer

He decidido empezar a escribir en este blog puesto que ya han pasado más de cuatro años desde que me encontraba en esta situación que describo y mirando hacia atrás, puedo ver lo construido y me gustaría compartirlo con otros a la vez que seguir descubriendo con él.

Sigo trabajando en SEO y sigo encantada de hacerlo, esta vez dentro del mundo de las finanzas, el cual me abre las puertas también a una industria distinta llena de oportunidades.

Cuando comencé a aprender sobre el mundo del comercio electrónico y el poder que el marketing tenía sobre las personas, abrí un blog llamado “tantoquehacer“. En él documentaba todo aquello que iba aprendiendo, aquellos blogs que cada día me impresionaban, y reflexionaba sobre los distintos caminos que nuestras vida podían tomar.

Una vez comencé a trabajar en ello, dejé el blog de lado y hasta acabé perdiendo la web. A día de hoy sé que si hubiese comenzado con él, podría haber sido útil para numerosas personas que se encontraban tan perdidas como yo (sea cual fuere el motivo).

Es por ello que he decidido empezar uno ahora que estoy aprendiendo y descubriendo en concreto una industria nueva. Quiero que sirva para aquellos que se sientan atraídos por el mundo del comercio electrónico, las finanzas o que deseen montar algo propio.

En esta ocasión quiero explorar a todas aquellas personas que han conseguido lograr sus sueños a prueba de hierro; a aquellas que quieren algo y son capaces de obtenerlo con esfuerzo e ilusión.

La regla de Pareto confirma que un 20% por estadística suele conseguir el 80% y viceversa. Hay un 20% de la población que acumula el 80%, hay un 20% de empresas que consigue un 80%, un 20% que gana mientras que un 80% pierde… de hecho esto último si lo aplicamos al trading, veremos que es incluso más extremo.

Pues bien, quiero usar este espacio para analizar a estas personas y empresas que son capaces de formar parte del 20%, de ahí el nombre elegido para él.

Si no sabes que hacer, te puedo decir por mi propia experiencia que no pasa absolutamente nada. Ya sea que no sabes que carrera elegir, que no sabes si cambiar, si llevas años en un trabajo que no deseas y necesitas dejarlo, o si más allá de la vertiente profesional, el estilo de vida y relaciones que tienes no te satisface…. sea la situación que sea, hay miles de opciones disponibles y lo que necesitamos es simplemente decantarnos por una.

Una serie de ideas que me sirvieron a mí en el momento de cambiar de rumbo y que pretendo seguir cada vez que desee hacerlo de nuevo:

1.- Haz las maletas y vete a un sitio nuevo ya sea por tu cuenta o con amigos.

2.- Tómate un tiempo para pensar e intentar descubrir qué es lo que falla y cuál es la fuente de este malestar o curiosidad.

3.- Tienes un ordenador con acceso a billones de páginas webs con mucho contenido bueno y malo (probablemente sólo el 20% o menos merecerá la pena… pero eso ya es mucho)… explora la web.

4.- Cuando des con ejemplos de personas y estilos de vida que te atraigan, investiga. Intenta entender qué han hecho para llegar ahí y plantéate si tú puedes y de verdad quieres.

5.- HAZLO… solo tú puedes cambiar tu vida y esto en sí ya es poderosísimo.

Si esto no te convence, alternativamente, puedes pasarte por aquí de vez en cuando y explorar las opciones y vidas de aquellos que han conseguido cosas grandes/distintas y aprender conmigo las enseñanzas que podemos tomar de otros… y quién sabe, quizás alguna de estas te inspire y te motive a dar un paso más allá.

Nos vemos.

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