Hoy escribo un artículo recabando información sobre una temática que me hubiese gustado leer en 2022 cuando tuve que darme de baja por ansiedad laboral. Me pedí una baja porque literalmente no podía más, lo cual desencadenó en una crisis nerviosa muy fuerte y no tuvo la duración adecuada. Volví al trabajo aún estando muy mal y aunque no me arrepiento porque eso me hizo descubrir muchas cosas, sé que no estuvo bien. Cuando tienes mucha ansiedad acumulada y sigues machacándote, eso te puede destruir, así que quiero arrojar algo de luz para aquell@s que estén pasando por esta situación.
La ansiedad laboral puede ser incapacitante, afectando no solo el desempeño profesional sino también la salud personal. Reconocer cuándo es necesario tomar un descanso es crucial para mantener tanto el bienestar físico como el mental. A continuación, te explicamos cómo pedir una baja por ansiedad laboral, identificar los síntomas que podrían indicar que la necesitas, y las consideraciones legales pertinentes.
Pero primero ¿qué es una baja por ansiedad laboral?
Una baja por ansiedad laboral es un período de ausencia del trabajo concedido a un empleado que sufre de ansiedad significativa relacionada específicamente con su ambiente o tareas laborales. Este tipo de baja se solicita cuando la ansiedad del empleado es tan grave que afecta su capacidad para desempeñar su trabajo de manera efectiva y saludable.
Durante la baja, el empleado se toma el tiempo necesario para recuperarse y gestionar su salud mental, a menudo con la ayuda de tratamientos médicos o terapia. La baja puede ser recomendada por un profesional de la salud que proporciona el diagnóstico y la documentación necesaria para justificar la ausencia por motivos médicos.
Cuándo pedirla
El momento de pedir una baja laboral por ansiedad es cuando los síntomas comienzan a interferir de manera significativa en tu capacidad para trabajar o en tu vida diaria. Esto puede incluir dificultades para concentrarse, insomnio, irritabilidad excesiva, fatiga crónica, y sensaciones de pánico o miedo intenso. Cuando estos síntomas no solo son episódicos sino que se convierten en una constante, podría ser el momento de considerar una baja.
En mi caso, al tratarse de una situación que explotó a raiz de acumular estrés y llevar a mi espalda dos situaciones de acoso en el pasado y cuando empecé en la empresa… hizo que no me quedara otra porque me hizo llegar a un estado extremo.
Síntomas que indican la necesidad de una baja
Los síntomas de ansiedad laboral que pueden justificar una baja incluyen:
- Sentimientos persistentes de agobio y preocupación.
- Problemas para dormir regularmente debido al estrés relacionado con el trabajo.
- Dificultades para concentrarse o completar tareas laborales.
- Evitar el lugar de trabajo o las tareas laborales.
- Síntomas físicos como palpitaciones, dolores de cabeza, alteraciones en la vista, temblores, dolor en el pecho o mareos.
Estos síntomas deben ser lo suficientemente graves como para afectar tus funciones diarias y tu calidad de vida.
El problema, es que a veces esperamos a que sean tan graves, que estos llegan a un estado extremo, y ahí nuestra capacidad de tomar decisiones y practicar el autocuidado son bajas… de ahí que yo personalmente hubiese preferido hacerlo antes y no cuando ya estaba en un estado delicado.
Consideraciones legales
Legalmente, para solicitar una baja por ansiedad, necesitarás un diagnóstico formal por parte de un profesional de la salud. Este puede ser un médico de atención primaria o un psiquiatra que evalúe tus síntomas y determine que son suficientes para justificar una baja médica.
En muchos países, la baja por enfermedad mental como la ansiedad requiere documentación médica que respalde la incapacidad para trabajar.
Es importante conocer la política de tu empresa sobre las bajas médicas y la legislación local que protege a los trabajadores. En algunos casos, podrías tener derecho a baja remunerada o a ajustes en tu lugar de trabajo para acomodar tu condición.
Duración recomendada
La duración de una baja por ansiedad laboral puede variar considerablemente dependiendo de la gravedad de los síntomas y cómo respondes al tratamiento.
Generalmente, las bajas pueden durar desde unos pocos días hasta varias semanas o meses. Durante este tiempo, es esencial trabajar en estrategias de manejo de la ansiedad y posiblemente modificar aspectos del entorno laboral que contribuyen al estrés.
Un plan de retorno gradual al trabajo puede ser útil para asegurar que no te sientas abrumado y para ajustar las condiciones de trabajo si es necesario.
Pensamientos finales
Pedir una baja por ansiedad laboral es un paso importante hacia la recuperación y el manejo de tu salud mental si bien es un paso difícil de dar por miedo al qué dirán o a cómo afectará tu posición en la empresa.
Es esencial no solo para tu bienestar personal, sino también para tu desempeño profesional a largo plazo.
Como caso personal diré que una vez volví, fui recuperándome poco a poco, pero el no trabajar en las causas de raíz que me la originaban, y mientras soportar grandes niveles de estrés, derivó en depresión. Una vez que entras en el terreno de la depresión y la medicación, es mucho más difícil salir, y en casos ni se sale. Yo hubiese querido tener más información en el momento y a personas que me dijeran que era totalmente lícito pedirla y por mucho más tiempo si necesitaba. También otra opción hubiera sido irme directamente pero en ese momento no lo vi.
Un año más tarde me fui yo por mi propio pie y es lo mejor que pude hacer. En ocasiones una baja puede que sirva para tomar distancia, cuidarse y volver con energía, pero en muchos otros casos es una prueba de que tenemos que irnos. Anteponer un trabajo a la salud es algo muy común en la sociedad moderna pero objetivamente ridículo. Sin salud mental no somos nada.
Así que desde aquí te animo a cogerla si crees que estás pasando por una situación de estrés ansiedad grave, pero que de fondo te cuestiones realmente si ahí es donde tienes que estar, y si puedes cambiar, hacerlo antes de que sea demasiado tarde.
Si estás de baja por ansiedad, es un buen momento para evaluar tu vida, tus emociones y tu salud física y mental. A pesar de lo duro que puede ser pasar por momentos así, podemos aprender muchísimo de nosotr@s mismos y tomar este tiempo para “coger carrerilla” y volver con más fuerza y autoconocimiento al mundo laboral y en general.
Te dejo aquí abajo algunos recursos para que puedas surfear esta época con mayor conocimiento y herramientas para analizar lo que te sucede y cómo mejorar tu salud.