Ciclo menstrual: fases emocionales con mujer pasando por estas fases

El ciclo menstrual no es solo un proceso físico que prepara al cuerpo para un posible embarazo cada mes, sino que también involucra una compleja interacción de hormonas que pueden afectar profundamente nuestro estado emocional y mental. En este artículo, exploraremos las distintas fases del ciclo menstrual: fases emocionales y ginecológicas, desde cómo estas se relacionan con nuestras emociones y la incidencia de condiciones como el síndrome premenstrual (SPM) y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM), ofreciendo además consejos prácticos para manejar estos cambios y mejorar nuestra salud mental.

El ciclo menstrual se divide en cuatro fases principales: menstrual, folicular, ovulatoria y lútea. Cada una de estas fases tiene características hormonales específicas que pueden influir en cómo nos sentimos emocionalmente.

1. Fase menstrual

Esta es la fase en la que ocurre la menstruación. Puede ser un periodo de introspección y renovación emocional para muchas mujeres, aunque también puede acompañarse de fatiga, tristeza o irritabilidad. Estas emociones son en parte resultado de la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona.

2. Fase folicular

Comienza justo después de la menstruación y termina con la ovulación. Durante esta fase, los niveles de estrógeno comienzan a aumentar, lo que suele mejorar el estado de ánimo, aumentar la energía y potenciar la sensación de bienestar general. Esta fase del ciclo menstrual se identifica con una fase emocional de energía e incluso euforia donde muchas mujeres describen estar en su mejor momento para planear cosas nuevas, desarrollar actividades con ímpetu y en general estar en un momento de calma mental.

3. Fase ovulatoria

Es el punto medio del ciclo. Los niveles elevados de estrógeno pueden maximizar la confianza en una misma, la motivación y el deseo sexual. Sin embargo, para algunas, esta fase también puede provocar ansiedad o una mayor sensibilidad emocional.

4. Fase lútea

Esta fase comienza después de la ovulación y dura hasta el inicio de la menstruación. Los niveles de estrógeno disminuyen y la progesterona aumenta, lo que puede llevar a síntomas emocionales del SPM o, en casos más severos, del TDPM. Estos incluyen cambios de humor significativos, irritabilidad, depresión, y ansiedad. Aproximadamente el 75% de las mujeres experimentan alguna forma de SPM, mientras que el TDPM afecta entre el 3% y el 8%.

El TDPM, en particular, puede tener un impacto considerable en la vida diaria de una persona, dificultando el funcionamiento normal en el trabajo, la escuela o las relaciones personales.

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Consejos para manejar las fases emocionales del ciclo menstrual

Para todas las fases

  • Mantén un diario de síntomas para identificar patrones y entender mejor cómo el ciclo afecta tus emociones.
  • Practica técnicas de relajación y mindfulness para ayudar a manejar los cambios de humor.

Fase menstrual

  • Permite que este sea un tiempo de descanso y reflexión. Practica el autocuidado con actividades que te reconforten y relajen.

Fase folicular

  • Aprovecha el aumento de energía para incorporar o incrementar la actividad física, lo que puede ayudar a mejorar aún más tu estado de ánimo.

Fase ovulatoria

  • Canaliza la energía y la confianza incrementadas hacia proyectos creativos o sociales.
  • Si experimentas ansiedad, prueba con ejercicios de respiración o yoga.

Fase lútea y manejo del TDPM

  • Considera hablar con un profesional de la salud sobre terapias de apoyo o tratamientos, especialmente si los síntomas del TDPM son severos.
  • La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser efectiva en el tratamiento del TDPM.
  • Las modificaciones en la dieta, como reducir la cafeína y el azúcar, pueden ayudar a aliviar algunos síntomas.
  • Mantén una rutina regular de ejercicio, lo cual ha sido efectivo en reducir síntomas del TDPM.

La comprensión y el manejo de las fases emocionales del ciclo menstrual pueden ser herramientas poderosas para mejorar nuestra salud mental. Es vital recordar que, aunque estos cambios hormonales pueden ser desafiantes, también ofrecen una oportunidad única para conectar con nuestros cuerpos y emociones de manera profunda y significativa. Compartir nuestras experiencias y estrategias puede inspirar y empoderar a otras en su viaje.

Para finalizar os dejo el primer testimonio del canal de la maravillosa Ruth, donde expone su experiencia padeciendo el trastorno disfórico premenstrual:

¿Tienes otros consejos que compartir que te hayan funcionado? ¡Compártelo en los comentarios!

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